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Javier Krahe ha estado en los tribunales por  “ofender  los sentimientos de los miembros de una confesión religiosa”. Por su puesto, la confesión religiosa en cuestión es la católica.

El caso es que en 1978 fue poseído por el demonio e hizo un cortometraje titulado “Cómo cocinar a un Cristo”. En ese momento no pasó nada, pero gracias a que la sociedad se ha perfeccionado y ha evolucionado a mejor, esta semana, Krahe ha tenido que presentarse ante el Juzgado de lo Penal número 8 de Madrid.

Dios aún no ha hecho declaraciones al respecto.

Por lo contrario, varios medios de comunicación, artistas, intelectuales y la viuda de Gómez Onrubia se han puesto a favor del cantautor. Así que el querellante, Centro Jurídico Tomás Moro, ante los ataques indiscriminados que está recibiendo con el único objetivo de ridiculizarle, se ha visto obligado a publicar una nota aclaratoria en su página web: www.tomas-moro.org  . A continuación reproduzco una parte de esa nota, quizá la más importante.

Por último, nos vemos en la obligación de precisar que efectivamente este centro jurídico tiene abierta la cuenta bancaria  BBVA 0182-4016-05-0208517204 para recibir donaciones para la continuación de las numerosas actuaciones legales abiertas y para la prosecución de actividades de información y difusión, pues el Centro Jurídico únicamente se mantiene de las donaciones realizadas por particulares, sin haber solicitado nunca ninguna subvención pública que pudiera comprometer la libertad necesaria para defender con independencia y valentía los principios en los que creemos.

Este suceso me ha traído a la mente algunos número de magia que, aun siendo de lo mejorcito que he visto, hoy por hoy, y debido a la estupidez de algunos, no podrían representarse en ningún escenario del país.

Aquí va un ejemplo. AVISO: Visionar este video puede producir cáncer de pulmón.

Y este otro a favor de los derechos de la mujer y la ilegalización de las drogas.

Finalmente el corto de Krahe (y Enrique Sesea).