Houdini se metía en un barril de metal lleno hasta arriba de leche, estaba atado con esposas y cadenas. El recipiente se cerraba con candados de seguridad y el mago, utilizando sus habilidades, conseguía escapar antes de morir ahogado. En fin, una manera bastante idiota de jugarse la vida.
Penn y Teller han dado una vuelta a este número, llevándolo a un punto tan absurdo como genial… ¡Escapar de una bolsa de busura!
El verdadero mérito de Houdini, que eso no se cuenta, es que era intolerante a la lactosa!! 😀